son tales las dimensiones de mi miedo al día de mañana en mi empleo, que declaro -como una promesa- sentirme plenamente satisfecho con mi día si las cosas están simplemente en su orden cotidiano.
debo sumar a mi incipiente lista de pendientes, el adquirir sam's town, objeto que había esperado ansiosamente por un considerable lapso de tiempo y que como consecuencia de la depresión económica no he podido obtener hasta el momento.
me dirijo a mis actividades domésticas que absurdamente comienzan a las doce treinta y pico de la noche, con las manos en señal de rezo y un nudo enorme en el estómago, hasta mañana...
1 comentario:
mucha suerte con sus cuitas laborales, pondré a mi santa pagana de cabeza por usted...
comparto la profunda depresión económica (cuántos amigos y conocidos ahora también)... ¿qué se puede hacer? me urge un trabajo que pague bien... tengo un plan maquiavélico, pero todavía no sé si logre juntar la energía y el tiempo necesario para ponerlo en marcha...
ya veremos
xoxooo
j
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