16.6.13


el último retrato (más de la voz de los otros)

sean estos muros, al menos, una caja que almacene pertenencias ajenas. diré, de paso, que soy ahora un hombre emancipado: la señora que sueña con lozas y cortinas nunca se había sentido tan en casa. 

Los ingrávidos (por Valeria Luiselli)

Sabía que no era bueno depositar ninguna clase de confianza en los objetos de una casa; que en cuanto nos acostumbramos a la presencia silenciosa de una cosa, ésta se rompe o desaparece. Mis vínculos con las personas que me rodeaban estaban marcados de igual manera por esos dos modos de la impermanencia: quebrarse o desaparecer.

(el origen, nuevamente, está en paulo gutiérrez. gracias a él y a la hermosa habitación de ramiro.)

5.6.13


estandartes para ciudades vacías

nada nuevo: otros siempre habrán sabido pronunciarlo mejor. (a propósito de todo el miedo que, precisamente ahora, por aquí ronda.)

gracias a paulo gutiérrez, vértice imprescindible.

Desasosiegos (por Fernando Pessoa)

Nacimos ya en plena angustia metafísica, en plena angustia moral, en pleno desasosiego político.

He sufrido en mí, conmigo, las aspiraciones de todas las eras, y conmigo se han paseado, a la orilla oída del mar, los desasosiegos de todos los tiempos.

Lo que tengo sobre todo es cansancio, y ese desasosiego que es gemelo del cansancio cuando éste no tiene otra razón de ser sino el estar siendo. Tengo un recelo íntimo de los gestos a esbozar, una timidez intelectual de las palabras a decir. Todo me parece anticipadamente frustrado.

He llevado de un lado a otro, de norte a sur... de este a oeste, el cansancio de haber tenido un pasado, el desasosiego de estar viviendo el presente, y el tedio de tener que tener un futuro.

(por la imagen, el agradecimiento es para o.p.)