21.4.07

[seis.uno]


apropósito de mi confusión de problemas de vida. el punto aquí no radica en la ausencia de una parte complementaria, ésa existe y está empáticamente repleta, el verdadero conflicto se sitúa en la existencia de figuras (¿s?) capaces de anular al primer indicio. y es que es un hecho, mi relación maestro-alumno cada vez se acerca -sólo para mis ojos- a terrenos más insanos, por lo menos sí: menos impecables.
jotch esta noche se guarda los accesorios preparados junto a las ganas que siempre provoca la mínima de las posibilidades. jotch esta noche no debe confundirse.

19.4.07

[seis.cero]

sería una verdadera descortesía de mi parte dejar de reportarme con el blog a un día de concluir una semana extraordinariamente caracterizada por mis ánimos casi impecables. el horizonte permanece en el gris, afortunadamente existe el cine y es entonces que la noche de un lunes me sorprendió entre convulsiones emotivas y hallazgos entrañablemente empáticos en su sentido más "adolescente" e instintivo.
jotch y un absoluto agradecimiento a john cameron mitchel quien a partir del exceso es capaz de trazar la línea más directa hacia las emociones -consulten a la butaca central en la cuarta fila si consideran que miento-. respecto a los sonidos en manos del hombre de barbas y el nuevo amor de mi vida no hago más que confirmar la existencia de dios esta vez como un excéntrico ensamble.
el cine es entonces un salvador de semanas en potencia, me atrevería a decir que aun por encima de una cita inmejorable ya que ésta última viene acompañada -casi invariablemente- del enorme miedo que provoca un "jamás volverán a verse".
entre la enorme obsesión que me dejó el lunes y sus diez de la noche, mi semana se adereza además de mi afortunadamente disminuido temor a las mañanas de trabajo, mi terminada y personalísima síntesis de portafolio de trabajo -todavía sin la menor de las respuestas-, el amor a mis incipientes y crecidas barbas, mucha gente que no me gusta y otro tantito que así sin más ha decidido instalarse para siempre en esa parte que duele de imposible en mi memoria.
la casa por primera vez en mi historia huele a roces matrimoniales y mi posición resulta cuestionablemente egoísta. ¿estaré olvidando algo? sí, mis enormes ganas de cuatro mil pesos en prendas de temporada, ¿lo había mencionado ya? jotch busca casi desesperadamente en nuevo empleo.

11.4.07

[cinco.nueve]

he postergado tan desmedidamente el encuentro con el blog que en este momento la reconstrucción sería un intento ridículamente ingenuo.
tras una inimaginada acumulación de días extraños, jotch anochece un miércoles vacío con ganas incontenibles de cama y se acompaña de su ahora inseparable miedo de diez a dos, de su mínima fe en "lo que sigue", de su memoria sentimental sorprendentemente fragmentada y de una serie de pendientes que desde hace días se suman en la agenda sin alimentar su propia prisa.
minghella se me escurrió de los ojos en una semana de ausencia y mi sensación de culpa resulta mucho menos soportable de lo que quisiera. jude law ahora está de nuevo muy lejos de la pantalla grande. los fischer me esperan con sus mejores días tras la puerta de mi habitación y mi necesidad de nuevo empleo simplemente no acelera el funcionamiento de mi cada vez más obsoleto ordenador, debo seguir trabajando.
de los días y el inmenso desorden, los kilómetros acumulados en tiempo record para un jotch sedentario, la ciudad de méxico y su inmejorable gris, las bonitas sorpresas incapaces de producir sonidos, la enésima prueba de mi inconformidad profesional, mi portafolio de trabajo a medias, las visitas que triplican mi sueño y me dejan una producción incontenible de gotas en aeropuerto, mi guardarropa desnutrido -casi tanto como mi retórica- y las ganas tan extraviadas que por ahora mis manos se rehúsan a buscarlas.
de la playa y su innumerable colección de pedazos en la cabeza, mi bronceado inexistente, la enorme necesidad de orden fisiológico, los hombres perfectos, las apuestas deprimentes, los dos años que parciera que jamás pasaron -los sueños con sandalias y anteojos-, la inercia que se viene repitiendo ya desde hace mucho, las deudas saldadas como la parte más bonita de mi pasado inmediato. ¿cuántas veces hasta ahora he repetido que todo termina siendo menos? de cualquier manera un jotch mantiene su teléfono bien cerca.
esta vez el cansancio anestesia los dolores en mi memoria. dudo de la permanencia de algún lector después de tanto tiempo y aumento a las dudas mi propia constancia con este recinto. vayamos retomando el orden con los días, con suerte y una habitación impecable, un portafolio de trabajo terminado y algunas compromisos económicos saldados me alimentan un poco las energías, mientras tanto: ¿alguien sabe en dónde está mi cama?