11.4.07

[cinco.nueve]

he postergado tan desmedidamente el encuentro con el blog que en este momento la reconstrucción sería un intento ridículamente ingenuo.
tras una inimaginada acumulación de días extraños, jotch anochece un miércoles vacío con ganas incontenibles de cama y se acompaña de su ahora inseparable miedo de diez a dos, de su mínima fe en "lo que sigue", de su memoria sentimental sorprendentemente fragmentada y de una serie de pendientes que desde hace días se suman en la agenda sin alimentar su propia prisa.
minghella se me escurrió de los ojos en una semana de ausencia y mi sensación de culpa resulta mucho menos soportable de lo que quisiera. jude law ahora está de nuevo muy lejos de la pantalla grande. los fischer me esperan con sus mejores días tras la puerta de mi habitación y mi necesidad de nuevo empleo simplemente no acelera el funcionamiento de mi cada vez más obsoleto ordenador, debo seguir trabajando.
de los días y el inmenso desorden, los kilómetros acumulados en tiempo record para un jotch sedentario, la ciudad de méxico y su inmejorable gris, las bonitas sorpresas incapaces de producir sonidos, la enésima prueba de mi inconformidad profesional, mi portafolio de trabajo a medias, las visitas que triplican mi sueño y me dejan una producción incontenible de gotas en aeropuerto, mi guardarropa desnutrido -casi tanto como mi retórica- y las ganas tan extraviadas que por ahora mis manos se rehúsan a buscarlas.
de la playa y su innumerable colección de pedazos en la cabeza, mi bronceado inexistente, la enorme necesidad de orden fisiológico, los hombres perfectos, las apuestas deprimentes, los dos años que parciera que jamás pasaron -los sueños con sandalias y anteojos-, la inercia que se viene repitiendo ya desde hace mucho, las deudas saldadas como la parte más bonita de mi pasado inmediato. ¿cuántas veces hasta ahora he repetido que todo termina siendo menos? de cualquier manera un jotch mantiene su teléfono bien cerca.
esta vez el cansancio anestesia los dolores en mi memoria. dudo de la permanencia de algún lector después de tanto tiempo y aumento a las dudas mi propia constancia con este recinto. vayamos retomando el orden con los días, con suerte y una habitación impecable, un portafolio de trabajo terminado y algunas compromisos económicos saldados me alimentan un poco las energías, mientras tanto: ¿alguien sabe en dónde está mi cama?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

pues sí, todavía hay quien visita su blog... y todavía es una familiaridad entrañable y de melancólica sonrisa la lectura...

el asunto de la semanasanta y pascuas (con la gripa) se acabó transformando en un larguísimo domingo en todas las peores acepciones del escabroso concepto...

alguien escucha música funky chilloutosa al otro lado del río y me parece tan impertinente...

tendré que bañarme escuchando lo más oscuro de pj harvey para limpiar la asquerosa sensación de antro a las 2 de la tarde de un domingo, digo sábado(mingo)...

y sí, todo va a menos, acaba como la gracia de un chiste...

pero el verdadero chiste es seguir y seguir buscándole gusto...

xoxxooo

Celestina Tercioipelo dijo...

Qué trampa, estoy atrasadísima. Bueno, me parece que no es trampa, ¿verdad? Acepto mi culpa, pues.