19.11.14


plegaria para otros túneles
(una mesa de regalos hacia los treinta)

doce. un par de botas-mejor amigo
once. looking, segunda temporada
diez. biker jacket
nueve. hello mr.
ocho. una camisa blanca, inmaculada e inagotable
siete. edredón (y con él, lecturas, sueño y noches suficientes)
seis. the lobster y the neon demon
cinco. plantas que me sobrevivan
cuatro. lentes redondos de armazón metálico (éstos, por ejemplo)
tres. tableta digital de dibujo
dos. nueva york
uno. la conclusión de mi proyecto de emancipación profesional

sigan siendo los pasos, las listas y las manos. hasta entonces, veintinueve.


9.11.14


Una diatriba contra Interstellar

Ni Stanley Kubrick ni Jorge Luis Borges, Señor Nolan. Su ambición finalmente rebasó mis límites concebibles. Interstellar es, antes que cualquier otra cosa, un cúmulo de vacíos. El guión es a todas luces embustero y perezoso. Los artificios visuales esta vez, además de reciclados, resultan tibios e insuficientes.

Rescato la estética de la tecnología que plantea (un vértice entre la austeridad y el mal gusto), el vértigo que provoca aquel planeta de agua (acaso el mejor momento de la película) y a Wes Bentley (en la foto de esta entrada), el más reciente agregado a mi colección de guapos.