26.2.07

[cinco.seis]
jotch se confirma como absolutamente incapaz de ensuciar el nombre de un imposible... a cambio de eso prefiere convertir su memoria en un objeto punzocortante que le fabrique pequeñas incisiones por cada visita al pasado; la acumulación nostálgica es entonces y sin más, una rutina. ¿había ya dicho que las cosas hermosas en esta vida están inevitablemente descompuestas en fragmentos?
es lunes y hay tiempo de sobra, mi pelo -nuevo y escaso- me ha declarado abiertamente la guerra, el cine está de regreso con una inmejorable promesa que da su primer paso en manos de una joven se vida simplísima y ligeramente empática. los planes de viaje son absolutamente concretos y yo prefiero guardarme la expectativas para esos días en los que la ropa y las ganas deciden conspirar a mi favor. hoy sólo es lunes.

19.2.07

[cinco.cinco]

...sometimes i hate the line i walk -mostly on mondays-.

brandon flowers, jotch's cut.

18.2.07

[cinco.cuatro]

debo iniciar diciendo que los últimos días mis ánimos de blog han resultado bastante insuficientes. ¿será que la ausencia de cine o algún otro hallazgo poético en mi días inevitablemente termine traducido en la pobreza de mis palabras? seamos disciplinados, al fin y al cabo la enumeración es un recurso inherente hasta al más ordinario de los jotches. enumero entonces y aclaro que esta vez mis palabras guardarán algún secreto.
de los ridículos intentos de liberación servicial mejor ni hablamos. el detenimiento no suele abandonarnos de buenas a primeras.
el viernes y su imposiblemente emotivo estado de alcoholización -las prioridades que sólo se confirman para permanecer aquí-, el celular robado por un delincuente que se transporta en patrulla. el sábado y nada... el nuevo amor por mi pelo, un atuendo tan básico como favorito, mi cada vez más sensato e incuestionado retiro de la búsqueda, las gracias al diosito de mi volundad...
el domingo y mi nueva afición por las bermudas, el mismo miedo de cualquier lunes que se acerca, la inevitable esperanza que provocan los jueves, la necesidad de nuevos horizontes musicales favoritos, los encuentros en los que jotch ya no se hace más preguntas, las cada vez más certeras treguas con mi cuerpo.
mi agenda y sus tres líneas anotadas: una comedia romántica en francés, la adquisición de un móvil en reemplazo y mi fe en los paraísos.
quiero una vida profesionalmente adulta... sí, parece que un nuevo hueco empieza a tomar dimensiones protagónicas.
desde un punto mínima y confirmadamente distinto: jotch.

13.2.07

[cinco.tres]

la madrugada de martes se acerca y con ella mi enorme necesidad de encontrar el olor que hace días se instalaba en mi cama con la promesa incuestonable de permanecer ahí.
supongo que la vida -además de volver a reírse de jotch- ha decidido probar lo que se estableció como una contundente decisión de mi parte. las rayitas extras se despidieron hoy por la tarde; a final de cuentas la acumulación de noches y -con mucha suerte- semanas aisladas de perfección en la memoria desde hace tiempo se ha convertido en casi una rutina.
me quedo ahora con mis renovados y ridículos aires de disciplina, con el mejor de los comentarios en mi historia bloguera... con la memoria llena de narices, manos y comedias románticas. al fin y al cabo nunca_ha_sido_cierto.

11.2.07

[cinco.dos]

del jotch que necesita siempre un mejor amigo, del que se confronta con su pasado sentimental entre botellas de vinos frutales. del jotch que ha dejado de buscar con un saldo de intentos en números rojos, del que agradece los primeros indicios de su estabilidad fisiológica, del que no hace más que acumular horas perdidas cada domingo adentro de un atuendo ingenuamente playero. del que atesora sus relaciones entrañables con un miedo que preocupa, del que en veces de más se deposita en la inercia para después recurrir desesperadamente a los restos de su fe.

6.2.07

[cinco.uno]

extrañamente pareciera que las respuestas existen y no hacen otra cosa que arrojarnos a la obligación de replantear lo que después de meses empezaba a tomar la forma de estribillo.
mis ganas esta noche se extravían entre el olor que guardan mis manos -la posibilidad de instalarme en el silencio y esta vez no precisamente solo- y la conciencia de la perfección absoluta que simplemente no me pertenece.
la primera decisión contundente y febrero me sorprende con esa ridícula necesidad de devolverme al vacío, le guarda una cifra par a su predecesor y se promete cerrar mis ojos por un lapso considerable. muy lejos de tener un contrato por años de cama compartida, agradezco enormemente al jotch sensato que así sin más abandona la búsqueda de la forma menos drámatica y nunca antes imaginada.
esta noche el entorno casi austero es suficiente... lo demás ya serán rayitas extras.