18.2.07

[cinco.cuatro]

debo iniciar diciendo que los últimos días mis ánimos de blog han resultado bastante insuficientes. ¿será que la ausencia de cine o algún otro hallazgo poético en mi días inevitablemente termine traducido en la pobreza de mis palabras? seamos disciplinados, al fin y al cabo la enumeración es un recurso inherente hasta al más ordinario de los jotches. enumero entonces y aclaro que esta vez mis palabras guardarán algún secreto.
de los ridículos intentos de liberación servicial mejor ni hablamos. el detenimiento no suele abandonarnos de buenas a primeras.
el viernes y su imposiblemente emotivo estado de alcoholización -las prioridades que sólo se confirman para permanecer aquí-, el celular robado por un delincuente que se transporta en patrulla. el sábado y nada... el nuevo amor por mi pelo, un atuendo tan básico como favorito, mi cada vez más sensato e incuestionado retiro de la búsqueda, las gracias al diosito de mi volundad...
el domingo y mi nueva afición por las bermudas, el mismo miedo de cualquier lunes que se acerca, la inevitable esperanza que provocan los jueves, la necesidad de nuevos horizontes musicales favoritos, los encuentros en los que jotch ya no se hace más preguntas, las cada vez más certeras treguas con mi cuerpo.
mi agenda y sus tres líneas anotadas: una comedia romántica en francés, la adquisición de un móvil en reemplazo y mi fe en los paraísos.
quiero una vida profesionalmente adulta... sí, parece que un nuevo hueco empieza a tomar dimensiones protagónicas.
desde un punto mínima y confirmadamente distinto: jotch.

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