con una semana a mi regreso el año no hace más que prometer el mismo desorden en cada una de sus últimas gotas. la inconstancia no ha dado para quejas: guardo una figura entrañable desde hace tiempo, una extraña seguridad afianzada, un amigo viajero y esa ausencia de preguntas que directamente conduce a la calma.
el cine me tiene reservadas más de tres horas durante los días entrantes y quiero creer que esta vez será un humilde reparador de los daños ocasionados en manos de scrosese; a final de cuentas siempre he mantenido una mejor relación con cuarón. de jennifer aniston sabemos ya que es mejor no guardar expectativas.
el sábado guarda silencio y mis ánimos no son para mover aguas. el cajón reclama a gritos su carencia de playeras blancas y mi chamarra a rayas se apunta como la mejor cómplice en lo que indudablemente se define como un caprichoso invierno. con suerte y mañana el tiempo nos permite adelgazar los puntos en la agenda.
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