22.3.08

[nueve.seis]

las diez de la noche de un sábado nunca se habían sentido tan llenas de sueño, tan deshabitadas de ganas. de no ser por que la idea de abordar mi cama a estas horas me parece demasiado triste no esperaría un segundo más...

qué estado tan inconveniente. qué repetidas todas las necesidades en esta cabeza.

-fotografía, nuevamente por numerocuatro-

3 comentarios:

Anónimo dijo...

la necesidad... hablar de nada para hablar de todo, dejar aquí mi paso por soñar otros pasos: trazos sobre una carta que no fue escrita en sábado, trazos sobre una carta que me robara el sábado --ahí yo sólo habría intentado imitaciones: lo que de más hermoso habite en la palabra, aquello que de hermoso y de imposible: un perfil que se escribe de su luz a lo ciego...

le dejo aquí una sombra, una glosa: la dejo porque me recuerda la elegancia de su sintaxis, aunque no venga al caso (from the "sonnets in white", s. grochowiak):

O come into my sonnet - it's taut and golden,
As if Calder had cut the foliage and wind,
You move your hand and give it a hint -
New gardens for you to open.

O come into my sonnet - so taut from longing,
So golden on your steps' approach,
Look - the tiny bird has begun his song
See the furtive tinfoil butterfly take wing.

You walk through my sonnet - the dress of metal
Turns to you the cup of its every petal
To drink the energy of your breath's grace...

'Cause these are visions hardly named
'Cause these are forms barely marked;
What can they do? - just perish in haste.

un saludo enorme, jotch... y un abrazo...

f.

numerocuatro dijo...

cual sería el móvil detrás de
esas ganas imperantes de entrar
a tu cama y sumergirte en ella
como hacemos sólo los
séptimos días?
--
i missed you. xoxo.

Mario dijo...

Las noches de sábado en blanco tienen su espejo en las mañanas del domingo dominadas por la pesadez de los párpados que no se peuden abrir. Uno extrañaría el cansancio de una salida furtiva de sábado por la noche. Pero eso no pasó, y sin embargo no me puedo despertar. Quisiera dormir hasta que llegue a despertarme una versión diferente de mí mismo, no sé si mejor o peor, pero que pueda susurrarme al oido: "Sobreviviste al sábado que parecía imposible de sobrevivir"... Un abrazo, Jotch. Recuerde recordarme. Olvide olvidarme...