entre el extraño ritmo de los días y la absoluta inexistencia de lectores, mi relación con el blog pende de un hilo cada vez más incapaz de augurarnos un futuro juntos... con el enorme miedo de encontrar una ruptura insuturable y entonces saberme con un par de "oídos" menos en la lista casi desierta, me deshago en inútiles intentos.
el viernes no repara en promesas... reencontrarme con el cine ha sido posiblemente una forma inmejorable de ocaso de jueves. me despido agradecido y guardo las reconstrucciones para alguno de estos días todavía vacíos.
el paraíso existe y la nostalgia es un impuesto inevadible.
9 comentarios:
Pues lectores -inconcebibles- tienes, sobre todo donde menos te imaginas. Y a veces, incluso, hablan. Muy bonito tu blog,más bonita aun tu puntuación. Saludos de un fisgón casual.
gratísima noticia de viernes ésa de encontrarme con las palabras de un desconocido -casi siempre los desconocidos son mis favortios-.
hubiera querido dar con alguna pista tuya pero parece que prefieres mantener una identidad oculta. de cualquier forma te anotas en la parte más alta del mediodía acalorado.
hasta entonces...
¡Si supieras cuánto me habría gustado dejar alguna pista! pero yo mismo no sé qué es lo que apunta hacia mí... ¿felizmente? a veces --pero no en estos casos.
Parte de tu escritura está anotada en la parte más alta de ciertos medio días, de tres o cuatro insomnios y lluvias, ciertas lluvias (¿no es bonita la lluvia, que no permite el verse claramente? hasta entonces). Fernando
Israel
Llenaste, pues, mi mundo de caminos,
lo diste a su semilla y te soñabas piedra,
esclavo de la piedra o cualquier otra cosa
en la mañana enferma de pájaros y voces.
Y arrastraste tu canto hacia otro canto,
invocaste dos sombras a un abrazo imposible:
hacia este irse perdiendo en cada espejo,
hacia esa misma ausencia de ciudades
a su promesa oscura
Por eso vine a hablarte,
a sentarme a tu lado como si aquí estuvieras
y te hallase de oleajes sobre el trigo
que rinde su promesa a un canto doble,
a un amarse de piedra o cualquier otra cosa
que no fuera posible aquí y ahora.
(de "Doble canción del trigo", ediciones y gráficos Eón, México, 2004)
En paz te dejo: abuso del espacio. Pero dejo estas palabras como recuerdo del buen momento que me diste. Fernando
disculpa la mala redacción, las redundancias... la compulsión...
agradezo -de nuevo enormemente- la revelación de su identidad -aunque nunca tanto (qué cacofónico) como su "curiosidad"-.
los medios por los que su imagen me fue revelada nunca me han permitido comunicarme, agradecería profundamente algún otro dato.
sus palabras se guardan en la sección más bonita de mis últimos días, ésa que últimamente está casi desierta...
...de redundancias y compulsiones soy yo el verdadero experto... soy yo quien debe aquí las disculpas.
Jotch, no vayas a abandonar el blog, ¿eh? Te lo prohíbo amablemente.
Mis ojos se pasean por aquí con más frecuencia de la que tal vez crees. Y la huída implicaría una falta de atención hacia Fernando (cuya puntuación, por cierto, también es muy bonita).
Además el blog, con o sin lectores, es un acto de amor propio.
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