tras la acumulación de días sin el menor de los acercamientos con el blog, el monto de palabras como deuda empieza a desvanecerse en mi memoria para dejarme el intento de la recapitulación enumerada, nada nuevo: me llamo jotch y mi sábado no ha sido otra cosa que un enorme desperdicio de horas sin ganas. aquí vamos.
del cine y su importante reaparición: solondz como un maestro del realismo en su sentido más irónico y transgresor -los cuentos de hadas aún existen-, aronofsky y la absoluta carencia de emotividad en niveles de pretención casi inusitados. coixet, en silencio y por su parte, se establece como una artista sólida y madura para llenar de empatía los ojos de un jotch que probablemente hubiera eliminado los últimos quince minutos de la cinta.
del cine y su pequeña dosis prometida de domingo...
de los días y el mismo detenimiento, claire fischer y su regreso a mi vida, una nueva noche de viernes favorita, un tobillo profundamente lesionado, la constante acumulación de fragmentos entrañables; las renovadas ganas de que el teléfono suene o mi infinita afición por coleccionar imposibles.
1 comentario:
Entonces no nos morimos, Jotch.
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