28.6.10

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dios murió ciego

antes de abrir la boca* tendríamos que mirar las manos de aquéllos que saben decirlo. aquí las últimas líneas que -como dice lilián- me definen como individuo.

Posesión del ayer
Jorge Luis Borges

Sé que he perdido tantas cosas que no podria contarlas y que esas perdiciones, ahora, son lo que es mío. Sé que he perdido el amarillo y el negro y pienso en esos imposibles colores como no piensan los que ven. Mi padre ha muerto y está siempre a mi lado. Cuando quiero escandir versos de Swinburne, lo hago, me dicen, con su voz. Sólo el que ha muerto es nuestro, sólo es nuestro lo que perdimos. Ilión fue, pero Ilión perdura en el hexámetro que la plañe. Israel fue cuando era una antigua nostalgia. Todo poema, con el tiempo, es una elegía. Nuestras son las muejeres que nos dejaron, ya no sujeto a la víspera, que es zozobra, y a las alarmas y terrores de la esperanza. No hay otros paraísos que los paraísos perdidos.

*léase el punto número cuatro de la entrada anterior.

1 comentario:

yorkperry dijo...

Ese discurso es casi Dylaniano.

Claro, esta hermosa entrada habla de Dios.

(mi palabra de verificación es "beingshy"... ósom!)