21.11.08


llevó siempre consigo una maleta cargada de "te amos"...

arrojarlos al primer recipiente cuyas dimensiones -desde lejos- parecieran respetables se convirtió, para él, en un acto meramente instintivo.

pero sucede que, algunas veces, el objeto adquiría un significado genuino, inmenso e inoportuno al momento preciso de ser lanzado...

algunas veces, entonces, era ya demasiado tarde.

5 comentarios:

Jonathan dijo...

"Y seré raptado como un niño para jugar en el Paraíso al olvido de todas las desgracias"

Artur Rimbaud.

[Unos música, otros imágenes, algunos más palabras. Regalos, al cabo. Tesoros]

Ed M. dijo...

bella foto :D, con luz muy cálida

no siempre calculamos bien las dimensiones de las cosas...o a veces nos sorprenden y son más grandes d lo q pensamos

pero bueno, no todo puede ser planeado a la perfección, jeje el factor sorpresa

yorkperry dijo...

tanto objeto cuando se esconde tanto sentimiento...

Anónimo dijo...

"Llevó siempre consigo..." Pienso en el sentido del pretérito perfecto, esa región del amor y del lenguaje donde los actos tan sólo han sido hechos: allí donde un instante -desde lejos por siempre, desde lejos- es sólo lo insitinto; allí, en el basurero de las cosas dichas, donde el ojo no guarda del objeto sino lo que ha perdido: algo que levantamos de la calle --¡es todos los lenguajes! ¡es toda la poesía!-- para decirlo nuestro, ¡soñar que algo fue nuestro en un acaso!

Sí, en eso pienso: en los lazos que atan el lenguaje amoroso a la basura... No es poco el entusiasmo que me produce esta entrada: creo que el ojo que mira desde ella no podría ser más lúcido, brillante...

Hermoso hermoso texto...

f.

Ivonne from Self Exposed dijo...

¿Qué provoca más tristeza, arrojar "te amos" a recipientes no aptos o quedárselos todos una sola, olvidados en un cajón?