[diez.once]
a los seis años, un jotch vivía definitivamente convencido de que su mayor infelicidad se originaba con la llegada de cada noche: la inevitable hora en la que un hombre de su edad debía depositarse en su cama para ser tomado por el sueño... y es que el sueño no llegaba y sí el enorme miedo de atravesar consciente el camino hacía el día siguiente -cosa que, en medio de la infinita angustia, nunca sucedía-.
muy pocas veces una figura mítica fue capaz de tomar bajo su responsabilidad mi falta de sueño: napoleón bonaparte -o algún otro nombre histórico de aparición incidental en medio de alguna tarde de maratón-, jesucristo, el joker de burton.
una vez iniciada la proyección de la esperadísima cinta, mi memoria se reconstruyó de manera inmediata… jotch hace tiempo había ganado las batallas contra la noche; esta vez, el payaso era mucho más aterrador y humano.
the dark knight es una entrega enorme y profundamente devastadora. la sobrecarga guionística -típica en el cine de su categoría- acaso podría ser colocada como su principal desacierto.
mi más absoluto respeto a las sofisticadas y oscuras manos de christopher nolan.