A propósito de la señalada discriminación en la imagen de Premio Maguey 2013
Soy sensible a las luchas de la diversidad sexual, pero también soy consciente de la obsesión por la corrección política, y no le concedería espacio para interferir en mi trabajo. En ese sentido sólo puedo decir que cuando propuse al Premio Maguey ese cartel, ejercí mi derecho como creativo de evocar la imagen que más me significa, lo cual dio como resultado un collage donde sólo aparecen hombres. Considero que cobrarme o cobrarle al premio esa decisión, es resultado de la neurosis de un activismo a ultranza. Sería como increpar a Tom of Finland o a Jean Cocteau, por no haber hecho una serie de dibujos lésbica o transexual; como anular el mérito y el valor de Weekend como un entrañable y oportuno retrato de nuestros días.
Estamos hablando de cine y discursos (orígenes tremendamente personales). Éste es el planteamiento por el que decidí pronunciarme. Por fortuna vendrán las voces de otros (miles de ellas).
- Gracias todas a Paulo Gutiérrez por su palabra precisa. -
2 comentarios:
A algunos les encanta buscarle chiches a la serpiente (gay). Qué ocio, por dios.
Tu cartel es un acierto, no me cabe duda.
:)
Creo que la propuesta del cartel posee una intención más universal, elaborada, compleja y trascendente que la fijación por retratar una pareja ilustrada.
En ese sentido, más allá de un género y orientación, el discurso del cartel apuesta por una visión que conecta con todos, por la esencia misma del cine. Como reflejo, encuentro y fragmentación colectiva de todos, en nuestro propio retrato de nuestro propio aislamento.
Mismo que, paradójicamente, también genera esta gama de respuestas.
Y es ahí donde resulta un triunfo, al volverse un eco de lo que connotamos y tenemos.
El cine de la ausencia y pertenencia.
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